Zapato Veloz – Nueve Semanas Y Media

 

 

 

Zapato Veloz – Nueve Semanas Y Media

Me peiné, me peiné como el de «Nueve semanas y media»
Y marché, y marché, y marché para la discoteca
Y al llegar, y al llegar me confundieron con Michael Rourke
Y todas aquellas chicas querían probar el dulce
El látigo, la pistola y el contacto bajo la lumbre
Yo no soy Michael Rourke, soy astuariano
Pero tengo una badana mucho mejor que la del americano
Yo no soy Michael Rourke, soy asturiano
Pero tengo una badana mucho mejor que la del americano
Nueve, nueve, nueve, nueve
Nueve semanas y media
Nueve, nueve, nueve, nueve
Nueve semanas y media
Me excité, me excité, me excité como Kim Basinger
Y compré, y compré un piso como el de Michael
Me vestí, me vestí, me vestí de ejecutivo
Y todas aquellas chicas creyeron que yo era el divo
Aquel actor de moda que tiene a todas en filo
Yo no soy Michael Rourke, soy asturiano
Pero tengo una badana mucho mejor que la del americano
Yo no soy Michael Rourke, soy asturiano
Pero tengo una badana mucho mejor que la del americano
Nueve, nueve, nueve, nueve
Nueve semanas y media
Nueve, nueve, nueve, nueve
Nueve semanas y media
Nueve, nueve, nueve, nueve
Nueve semanas y media
Nueve, nueve, nueve, nueve
Nueve semanas y media

 

La primera máquina de karaoke la introdujo el cantante Daisuke Inoue, pero el éxito fue un poco por casualidad, ya que la gente asistente a sus conciertos insistía en poder cantar junto a él, gracias al experimento interactivo tan novedoso. Cuando el cantante vió el gran potencial del invento, lo patentó en un primer modelo consistente en una máquina a la que había que echar una moneda para que funcionase

 

karaokes.com.ar

 

En América y Europa se hicieron bastante conocidos este tipo de actividades, sobre todo en los bares, cuyo público era mayormente joven. Principalmente, el corazón del canto al vacío son las máquinas de karaoke, las que constan de una pantalla, mecanismo de supresión de voz, lector de DVD’s, además del sistema de sonido. Al principio, las máquinas tenían un lector de cintas, pero luego se cambió a las clásicas cintas de DVD’s. Se han llegado a abrir lugares especiales en los que sólo se puede hacer karaoke, además de comer y beber. Sin embargo, hay otros lugares que no están dedicados completamente a prestar el servicio del karaoke, pero establecen algunos días de la semana para ofrecerlo. Hoy en día, las máquinas son mucho más modernas, con pantallas de alta definición y de gran tamaño, al igual que un sonido potente. De igual forma, existen concursos a nivel mundial de esto e, incluso, han llegado a ser televisados.