Joaquin Sabina – Yo quiero ser una chica almodovar

 

 

 

Joaquin Sabina – Yo quiero ser una chica almodovar

Yo quiero ser una chica Almodovar
Como la Maura, como Victoria Abril
Un poco lista, un poquitín boba
Ir con Madonna en una limousine
Yo quiero ser una chica Almodovar
Como Bibí, como Miguel Bosé
Pasar de todo y no pasar de moda
Bailar contigo el último cuplé
Y no parar de viajar del invierno al verano
De Madrid a New York, del abrazo al olvido
Dejarte entre tinieblas escuchando un ruido
De tacones lejanos
Encontrar la salida de este gris laberinto
Sin pasión ni pecado, ni locura ni incesto
Tener en cada puerto un amante distinto
No gritar ¡que he echo yo, para merecer esto!
Yo quiero ser una chica Almodovar
Como Pepi, como Luci como Bom
Venderle al Garbo mis secretos de alcoba
Ponerme luto por un matador
Yo quiero ser una chica Almodovar
Que a su chico le suplique ¡Atame!
No dar el alma sino a quien me la roba
Desayunar en Tifanis con él
Y no permitir que me coman el coco
Esas chungas movidas de Croatas y Serbios
Ir por la vida al borde de un ataque de nervios
Con faldas y a lo loco
Encontrar la salida de este gris laberinto
Sin pasión ni pecado, ni locura ni incesto
Tener en cada puerto un amante distinto
No gritar ¡que he echo yo, para merecer esto!
Como patidifusa escribir mis memorias
Apuntarme a cualquier tipo de bombardeo
No tener otra fe que la piel
Ni más ley que la ley del deseo
Encontrar la salida de este gris laberinto
Sin pasión ni pecado, ni locura ni incesto
Tener en cada puerto un amante distinto
No gritar ¡que he echo yo, para merecer esto!

 

La primera máquina de karaoke la introdujo el cantante Daisuke Inoue, pero el éxito fue un poco por casualidad, ya que la gente asistente a sus conciertos insistía en poder cantar junto a él, gracias al experimento interactivo tan novedoso. Cuando el cantante vió el gran potencial del invento, lo patentó en un primer modelo consistente en una máquina a la que había que echar una moneda para que funcionase

 

karaokes.com.ar

 

En América y Europa se hicieron bastante conocidos este tipo de actividades, sobre todo en los bares, cuyo público era mayormente joven. Principalmente, el corazón del canto al vacío son las máquinas de karaoke, las que constan de una pantalla, mecanismo de supresión de voz, lector de DVD’s, además del sistema de sonido. Al principio, las máquinas tenían un lector de cintas, pero luego se cambió a las clásicas cintas de DVD’s. Se han llegado a abrir lugares especiales en los que sólo se puede hacer karaoke, además de comer y beber. Sin embargo, hay otros lugares que no están dedicados completamente a prestar el servicio del karaoke, pero establecen algunos días de la semana para ofrecerlo. Hoy en día, las máquinas son mucho más modernas, con pantallas de alta definición y de gran tamaño, al igual que un sonido potente. De igual forma, existen concursos a nivel mundial de esto e, incluso, han llegado a ser televisados.