Los Mustang – Obladi oblada

 

 

 

Los Mustang – Obladi oblada

Alguien dijo un día que en el año mil,
Todo el mundo llegaría al fin.
Muchos se asustaron y temieron que
En el mil uno nadie quedaría ya.
Obladi, obladá,
¡Qué más da-a!
Otra vez no pasará.
Obladi, obladá,
¡Qué más da-a!
Otra vez no pasará.
En una vieja iglesia me puse a esperar,
No recuerdo el día ni el lugar.
La chica con que me tenia que casar,
Con otro chico prefirió al fin escapar.
Obladi, obladá,
¡Qué más da-a!
Otra vez no pasará.
Obladi, obladá,
¡Qué más da-a!
Otra vez no pasará.
El obladí te ha de hacer pensar que tú
No tienes que preocuparte por
Lo que no tenga solución.
Traje nuevo un día decidí estrenar
Y botas que apretaban al andar.
Radiante el sol lucia ya en el cielo azul,
Mas ¡ay de mi! un chaparrón me hizo mojar.
Obladi, obladá,
¡Qué más da-a!
Otra vez no pasará.
Obladí, obladá,
¡Qué más da-a!
Otra vez no pasará.
El obladi te ha de hacer pensar que tú
No tienes que preocuparte por
Lo que no tenga solución.
Siempre he creído que será peor
Darle muchas vueltas al amor.
Es mejor dejarlo cuando llegará
Porque al final si ha de cazar, te cazará.
Obladi, obladá,
¡Qué más da-a!
Otra vez no pasará.
Obladí, obladá,
¡Qué más da-a!
Otra vez no pasará.
Que no lo pienses más,
El obladí, obladá

 

La primera máquina de karaoke la introdujo el cantante Daisuke Inoue, pero el éxito fue un poco por casualidad, ya que la gente asistente a sus conciertos insistía en poder cantar junto a él, gracias al experimento interactivo tan novedoso. Cuando el cantante vió el gran potencial del invento, lo patentó en un primer modelo consistente en una máquina a la que había que echar una moneda para que funcionase

 

karaokes.com.ar

 

En América y Europa se hicieron bastante conocidos este tipo de actividades, sobre todo en los bares, cuyo público era mayormente joven. Principalmente, el corazón del canto al vacío son las máquinas de karaoke, las que constan de una pantalla, mecanismo de supresión de voz, lector de DVD’s, además del sistema de sonido. Al principio, las máquinas tenían un lector de cintas, pero luego se cambió a las clásicas cintas de DVD’s. Se han llegado a abrir lugares especiales en los que sólo se puede hacer karaoke, además de comer y beber. Sin embargo, hay otros lugares que no están dedicados completamente a prestar el servicio del karaoke, pero establecen algunos días de la semana para ofrecerlo. Hoy en día, las máquinas son mucho más modernas, con pantallas de alta definición y de gran tamaño, al igual que un sonido potente. De igual forma, existen concursos a nivel mundial de esto e, incluso, han llegado a ser televisados.