Juanes – Damelo

 

 

 

Juanes – Damelo

 

 

¿Qué tengo que hacer para tener
En mis labios esos tus labiecitos bonitos?
¿Qué te tengo que hacer para tener
De tu sabor un poquito?
¿Qué tengo que hacer para tener
En mis manos ese tu cuerpecito bonito?
¿Qué tengo que hacer para tener
De tu sabor un poquito?

Esta noche yo te quiero conocer
Y estoy seguro de que tú también
Esta noche a mí me quieres conocer
Así que ya no hay tiempo que perder

¿Qué tengo que hacer para sentir
Entre mis piernas el roce de tus piernas divinas?
¿Qué tengo que hacer para sentir
De tu olor un poquito
¿Qué tengo que hacer para llegar
Hasta la magia que ocultas en tu selva divina?
¿Qué tengo que hacer para llegar
A mi lugar favorito?

Esta noche yo te quiero conocer
Y estoy seguro de que tú también
Esta noche a mí me quieres conocer
Así que ya no hay tiempo que perder
Tú ya sabes lo que quiero

Dámelo dámelo dame lo que quiero
Mira nena soy sincero

Dámelo dámelo dame lo que quiero
Sin excusas ni rodeos

Dámelo dámelo dame lo que quiero
Eso es todo lo que quiero
Dámelo dámelo dame lo que quiero

Hola, ¿qué tal?, nena, ¿cómo estás?
Me llamo Juan, ¿y tú?
¿De dónde eres?, ¿dónde vives?
¿Trabajas o estudias?
¿Viniste sola o viniste con tu novio?

Ah, que no, no tienes novio
Ah qué bien, eso me suena a mí mucho mejor
¿Por qué no vamos entonces a bailar?
Perdón, mejor debo decir primero ¿qué quieres tomar?

 

La primera máquina de karaoke la introdujo el cantante Daisuke Inoue, pero el éxito fue un poco por casualidad, ya que la gente asistente a sus conciertos insistía en poder cantar junto a él, gracias al experimento interactivo tan novedoso. Cuando el cantante vió el gran potencial del invento, lo patentó en un primer modelo consistente en una máquina a la que había que echar una moneda para que funcionase

 

karaokes.com.ar

 

En América y Europa se hicieron bastante conocidos este tipo de actividades, sobre todo en los bares, cuyo público era mayormente joven. Principalmente, el corazón del canto al vacío son las máquinas de karaoke, las que constan de una pantalla, mecanismo de supresión de voz, lector de DVD’s, además del sistema de sonido. Al principio, las máquinas tenían un lector de cintas, pero luego se cambió a las clásicas cintas de DVD’s. Se han llegado a abrir lugares especiales en los que sólo se puede hacer karaoke, además de comer y beber. Sin embargo, hay otros lugares que no están dedicados completamente a prestar el servicio del karaoke, pero establecen algunos días de la semana para ofrecerlo. Hoy en día, las máquinas son mucho más modernas, con pantallas de alta definición y de gran tamaño, al igual que un sonido potente. De igual forma, existen concursos a nivel mundial de esto e, incluso, han llegado a ser televisados.